En este espacio encontrarás los libros en los que he participado como autor o colaborador. Cada publicación representa una etapa de mi recorrido visual y una forma de vincularme con la fotografía.

Las fotografías de este libro tienen el noble deseo de activar un patrimonio inmaterial a partir del encuentro del edificio de la Confitería del Molino con expresiones artísticas contemporáneas. Las miradas de los fotógrafos, y el arte de sus producciones, completan un círculo que comienza con pequeños gestos e intuiciones propuestos por los artistas en escena. En el contacto de sus cuerpos con el espacio se producen nuevas formas que surgen de una perspectiva renovada, que indaga la materia y abre paso al espíritu. Las imágenes sugieren situaciones que se montan sobre esa cantidad de recuerdos y emociones que aún hoy resuenan y son contados por quienes fueron sus protagonistas. El resultado son puestas escénicas que nos invitan a imaginar. En ellas se vislumbra también un clima de celebración, el despertar de una nueva contingencia. Otros cuerpos, los mismos cuerpos, pasado y presente se encuentran y nos recuerdan esos hilos invisibles que nos sostienen como comunidad. Idea y dirección general Silvina Simondet. Fotografías de Agustín Benencia y Marcelo Cugliari.

Música para el Alma (MPA) es una Asociación Civil que nació en la Argentina como un proyecto soll-dario de músicos de orquestas sinfónicas y coros, motivados por acercar su actividad a hospitales, escuelas de educación especial, hogares de adultos mayores e instituciones de bien público en general. La idea fundamental es llevar música a personas que pasan por situaciones de vida difíciles. El origen de estos conciertos tiene un nombre, Eugenia, una joven y talentosa flautista de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto quien, en su prolongada lucha contra una enferme-dad, eligió transformar esa realidad dando impulso a este proyecto destinado a acompañar con música a quienes atraviesan realidades complejas. Música para el Alma lleva a cada concierto la conciencia que creó en ese primer puñado de integrantes, ese mensaje de paz. Desde aquella primera semilla, la acción de MPA no ha dejado de crecer y expandirse, diversificando modalidades de concierto, sumando voluntarios y donantes anónimos. Son ocho años de actividad ininterrumpida en varias provincias argentinas, ciudades y países de Latinoamérica y Europa. El resultado se podría expresar como un poderoso motor que nos retroalimenta desde lo humano, a nosotros como músicos, a todos los comprometidos con el cuidado de pacientes y seres queridos y, en especial, a quienes son los directos destinatarios de esta obra.
